José Mourinho vuelve a generar polémica con uno de los pocos asuntos que se le resiste desde su llegada al banquillo del Real Madrid: el público del Bernabéu. El técnico luso maneja a su antojo las riendas del club pero se ha topado con un “enemigo” difícil de batir.
Muchos son los
llamamientos del portugués para con su afición. Ante el Rayo en Vallecas se
quejó de los pocos aficionados que se desplazaron a animar a los suyos: "Me
da pena que juguemos en Madrid y tengamos solo 300 aficionados en las gradas. Y
en Getafe, apenas 30. Entiendo que no vayan a Málaga o Bilbao, pero esto está
cerca". Anteriormente,
en casa frente a Osasuna dejó claro que si no fuera por el apoyo de unos pocos el
campo parecería vacío: "Quiero agradecer a los pocos que estaban detrás
de portería porque si no fuera por ellos yo pensaba que el campo estaba
vacío". La última prueba se dio
en el reciente partido de Champions League frente al CSKA Moscú. El portugués volvió
a insistir en el mensaje yendo solamente a agradecer el apoyo mostrado por los
aficionados más radicales.
Mourinho agradece el apoyo mostrado por los Ultras. Reuters |
Es cierto que la afición del Bernabéu no es una de las más calientes y
efusivas; también es cierto que sólo unos pocos aficionados animan sin cesar,
pero la historia demuestra que el público blanco nunca ha dejado de lado a los
suyos. Este club es diferente al resto y tanto Mourinho como su entorno deberían
respetar la cultura y tradición del considerado mejor club del siglo XX. Mou pretende
despertar al elefante dormido pero juega con un arma de doble filo: el Bernabéu
a favor es una bendición pero en contra puede convertirse en su peor pesadilla.
¿Lo conseguirá?
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