viernes, 16 de marzo de 2012

El elefante dormido

José Mourinho vuelve a generar polémica con uno de los pocos asuntos que se le resiste desde su llegada al banquillo del Real Madrid: el público del Bernabéu. El técnico luso maneja a su antojo las riendas del club pero se ha topado con un “enemigo” difícil de batir.

Muchos son los llamamientos del portugués para con su afición. Ante el Rayo en Vallecas se quejó de los pocos aficionados que se desplazaron a animar a los suyos: "Me da pena que juguemos en Madrid y tengamos solo 300 aficionados en las gradas. Y en Getafe, apenas 30. Entiendo que no vayan a Málaga o Bilbao, pero esto está cerca". Anteriormente, en casa frente a Osasuna dejó claro que si no fuera por el apoyo de unos pocos el campo parecería vacío: "Quiero agradecer a los pocos que estaban detrás de portería porque si no fuera por ellos yo pensaba que el campo estaba vacío". La última prueba se dio en el reciente partido de Champions League frente al CSKA Moscú. El portugués volvió a insistir en el mensaje yendo solamente a agradecer el apoyo mostrado por los aficionados más radicales.


Mourinho agradece el apoyo mostrado por los Ultras. Reuters

Es cierto que la afición del Bernabéu no es una de las más calientes y efusivas; también es cierto que sólo unos pocos aficionados animan sin cesar, pero la historia demuestra que el público blanco nunca ha dejado de lado a los suyos. Este club es diferente al resto y tanto Mourinho como su entorno deberían respetar la cultura y tradición del considerado mejor club del siglo XX. Mou pretende despertar al elefante dormido pero juega con un arma de doble filo: el Bernabéu a favor es una bendición pero en contra puede convertirse en su peor pesadilla. ¿Lo conseguirá?

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